domingo, 7 de diciembre de 2014

Dos años y pico.

Más de dos años han pasado ya, por suerte y por desgracia. El único lado bueno que puedo encontrar es que las heridas empiezan a sanar, lo que no a cicatrizar.
Hoy no es ninguna fecha especial, pero sí en el pasado sin que yo me diese cuenta. Puede que no fuese todo lo buena que me hubiera gustado, que no me portara todo lo bien que pude haberlo hecho y que por mi culpa lo pasaras en muchas ocasiones mal...
Pero lo que sí tengo la certeza es de que todos mis recuerdos hacia a ti han sido positivos, cómo olvidar tantas veces que me protegiste y disfruté de tu compañía cuando creí en la eternidad de las personas.
Cómo me hubiera gustado pasar más tiempo pegada a tu pecho y sentir tu vivir, no separarme de tu mano. Aun recuerdo cuando hablamos por última vez, una conversación ni tan larga ni tan corta. Ojalá no hubiera acabado.
No puedo escribir algo tan profundo como lo que ya hice una vez, y a pesar de ser lo segundo que te dedico, no podré mejorarlo pues es difícil traducir una lágrima y poder describir el dolor.