No acudió toda multitud esperada pero al rededor de medio centenar de personas se hicieron oír ese mañana por las calles de la ciudad de Las Palmas hasta la plaza de la Feria.
Repartiendo papeles informativos a los transeúntes, a la clientela de los locales y a todas aquellas personas que se cruzaban por nuestro camino, a lo que muchos apoyaron con gusto y derecho.
En general fue una jornada bastante entretenida donde la bipolar situación meteorológica nos acompañaba durante la marcha estudiantil, lo pase divinamente con compañeros y compañeras.
Me gustaría repetir la experiencia de estar rodeada de gente que verdaderamente comprende mis intereses e inquietudes, cosa increíblemente difícil de encontrar en mi pueblo actual. Disfruto mucho de esos pequeños momentos junto a esas personas que han marcado algo en mi vida, ayudándome a no sentirme tan sola y a darme cuenta de que la lucha sigue, no estamos solos y venceremos.
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