Carta abierta a Luz.

Amiga, hoy que me marcho decirte que tu compañía durante los últimos años ha sido muy importante y ha hecho que mi soledad se reduzca a cenizas.

Amiga, que sepas que serán escasos meses de separación aunque no todo vuelva a ser como antes e intentar asesinar nuestro aburrir. Espero que este año de lejanía sirva para fortalecer nuestra gran amistad y que la próxima visita estará inundada de sueños y nuevas esperanzas de futuro.

Amiga, no quiero que te sientas sola en mi ausencia, que a mí también se me rompe el alma al irme pero mirando el lado bueno: he conseguido lo que me propuse. Que no habrá día que no deje de acordarme de ti y de nuestros enrales, días de estudio y trabajo conjunto. Que para mí será duro eso de no poder llamarnos para decir: "hey, ¿bajas a la playa?".

Amiga, porque de alguna forma hemos crecido y madurado juntas y aprendido a afrontar los problemas con paciencia. Siempre me has dicho las cosas como son, y no lo que quería oír. Porque no se me olvidará tu mirada al despedirnos en la guagua y como bien dijiste "es una parte de mí que se me va".

Pero no te preocupes que vendrán tiempos mejores y podremos vivir experiencias nuevas en poco, eres fuerte y verás que en la próxima quedada no pararemos de contarnos cosas.
Y definitivamente eres mi mejor amiga y se me hará muy duro pero hay que centrarse en lo primordial: enfermería.

Hablaremos muy pronto.