La isla que más rechazo a mostrado ha sido Lanzarote con un 83'8% en contra, me siento orgullosa a pesar de no haber estado contenta con el movimiento social existente.
Mi primera impresión fue la de un pueblo sumiso, pero ante la lucha antipetrolera y el fuerte movimiento de los colectivos ecologistas, he cambiado de opinión. Estamos ante una isla que sabe lo que no quiere. Sabe que no quiere ver sus costas con piche.
Es realmente admirable la lucha que han llevado a cabo todos estos últimos años los diversos colectivos por esta causa, y como no, agradecer la solidaridad desde otras naciones del Estado y del mundo. Yo también tempranamente aporté en el ámbito de concienciar cuando elaboré una exposición sobre este tema en clase, hace tres años ya. Mis compañeros se mostraban desde la ignorancia a favor, pues aún creían que se iba a generar no sé cuántos miles de empleos y desconocían del peligro que supondría prospectar.
Y lo más triste de todo esto es que las prospecciones ya empezaron y con ello sale a flote (nunca mejor dicho) la inmensidad de mentiras de la compañía que quiere explotarnos. La última es que el barco sí se ve, el Rowan se ve desde tierra. He aquí la prueba.
Mientras, Soria es recibido con abucheos y pitidos en el aeropuerto de Gran Canaria. Solo.
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