sábado, 5 de marzo de 2016

En las últimas

Sé que últimamente mis entradas en este blog han tratado sobre ciencia, tema más que necesario a mi parecer, visto lo visto. Desde que hace unos meses muriera un niño de difteria vi más que necesario alertar sobre el timo antivacunas. También me sorprende que desde blogs comunistas hayan promocionado una entrada apoyando el negacionismo del VIH, me parece inadmisible.

Por otro lado, es bien sabido que llevamos sin gobierno par de meses, y parece que todo va camino de nuevas elecciones. Otra nueva abstención.

Decir que cada vez veo más lejos y diseminada la ilusión que deposité hace 5 años en un proyecto cargado de rabia y ganas por difundir mis pequeñas grandes ideas. Con esto no quiero decir que esas ansias que tenía con 16 años hayan desaparecido, al contrario. He madurado como persona, aunque noto más transparente mi sentido por el arte, la imaginación y ese método que un día califiqué como "escritura automática". Es más, la sigo empleando hoy día, pero noto una cierta inconformidad con lo que mi vida actual se refiere. No quiero publicarlo en facebook como hace la mayoría, no quiero tener un blog de masas que comparta hasta la saciedad para conseguir mil visitas.
Mi sentido crítico mejoró, la racionalidad y el saber qué está bien y qué está mal. La moral. Y lo que es más importante, la ética. La ética de mínimos.
Siento que no estoy conforme al ritmo que avanzan mis días, que no lo aprovecho. Que mi vida se basa en tragarme el discurso de un@ profes@r que se cansó de su parte asistencial y decidió meterse en un aula para decirnos que no quiere ponerse en nuestras manos, que no sabemos nada. Dan por hecho que hacemos las cosas perfectas a la primera, nos evalúan por algo que solo hemos practicado una maldita vez. ¿En serio?. ¿Acaso enfermería consiste en eso? Enfermería es aprender, practicar y mejorar. No se puede pretender que a la primera de cambio seamos los mejores en algo.
Eso sí, la parte psicológica ni hablar. Podemos estar horas hablando de enfermedades terminales, de muerte y de cuidados paliativos, pero nadie nos enseña a afrontar eso. Nadie nos enseña a afrontar y a prepararnos para algo tan crudo y real como es la muerte.
Dan por hecho que por cursar determinada asignatura aprendemos a lidiar con eso. Pero a veces es complicado conjugar lo objetivo con lo afectivo. Ser capaz de mirar a los ojos a alguien que sabes y sabe que va a morir, ser emocionalmente estable para no derrumbarte delante de él. Dan por hecho que somos máquinas que siempre debemos mantenernos firmes y currar más de 12 horas seguidas y sonreír. Pero tenemos que sonreír.
Dicen que con la práctica todo esto mejora, y quizá sea así. ¿Y por qué no? Aun no sé nada, sigo en el cascarón y aun no he visto morir a nadie. Soy virgen.

Lo crudo de elegir una profesión en la que sabes que la muerte va de la mano, así como también la vida hace que en vida personal te replantees muchas cosas. Crees que tienes todas las herramientas para superar cada situación, es que si eres capaz de cuidar a otros cuando están en las últimas, ¿por qué no ibas a poder hacerlo en tu vida personal?. A pesar de todo, somos personas, sufrimos. Pero alguien tiene que hacerlo.

Me queda una semana de clase (teórica) y yo me me pregunto: ¿ya sé lo que tengo que saber?. Pienso que me queda infinito por aprender. Y lo aprenderé.
Banal es ver como se sobrevalora gran cantidad de cosas y se infravalora otras tantas. Presumir de felicidad en las redes sociales mientras tu vida se va convirtiendo en una montaña de mierda, pero total, qué bonito es aparentar. Donde hay más inestabilidad que en el gobierno de España.

 Injusticias odias, por eso te quiero.

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