Cuesta hacerse a la idea de la nula capacidad de reflexión que muchos poseen, de como una falta de opinión contrastada y meditada afecta a multitud de áreas de la vida.
De como de la ignorancia se vive. Antes si eras un inculto eras el hazmerreír pero ahora el más aplaudido. Raro es visto el que mueve un dedo por cambiar la situación, dando lecciones de moral hablando como hijo de millonario, como el que tiene la vida resuelta cuando en verdad al llegar a su casa solo puede comer mierda.
Es surrealista e irreal.
La vida, ese recorrido en el que todos creemos ser meros testigos de la crueldad que el sistema origina. Pero tal vez, lo vivimos de primera mano y el ser espectador es una banal ilusión.
sábado, 28 de abril de 2012
domingo, 15 de abril de 2012
Semana Santa en Valencia.
La primera impresión al llegar al aeropuerto fue la de las ansias por conocer todo lo que me esperaba por ver.
Flipada por visualizar un metro por primera vez y las atónitas miradas de aquellos que lo frecuentaban: siempre hay una primera vez para todo ;).
Mislata es uno de los municipios que conocí, en principio no es de mi total agrado pero por la abundancia de fruterías a buen precio puede pasar.
Tiene como frontera con Valencia una calle al igual que Xiribella.
Mañanas de paseo por san Vicente mártir y largos recorridos por los alrededores de la plaça de espanya y la iglesia de san Agustín.
Degustación de la paella valenciana condicionada por una tarde de bochorno. Es así, cambio de temperatura en cuestión de horas.
En la calle de La Paz, lujosos edificios y tiendas digna de adinerados que pueden permitirselo.
Aproximación a la plaza de humillar toros al tomarse como referencia para calles concéntricas y para el mercado central, la plaza de la reina y el ayuntamiento por supuesto.
Estrés del personal en cada paso de cebra y un McDonald marcado por una lluvia que vino de sorpresa.
La jornada transcurrió con una difícil asimilación de los recorridos de metro mediante la línea 5 y el aprendizaje de recorrido de la línea 3 y 71 de guaguas.
El municipio de El Palmar y sus calles eran de los más bonito por no hablar de la paella de marisco que se degustó. Todo acabado con un relajante paseo en barca por la Albufera.
Mañana lluviosa por el barrio del Carmen y con la visita del museo del corpus, visualización de las Torres de Serrano y otros tantos lugares dignos de conocer.
Fuimos al centro comercial Gran Turia y visionamos una película con titulo blancanieves mientras cogía wifi de la cafetería más cercana.
Disfrutamos del paisaje de la playa de Malvarrosa y del viento que movía mi pelo despeinandolo.
Tras cojer la guagua 19 nos movimos rápidamente a la zona del oceanográfico y la ciudad del arte y las ciencias donde degustamos una ortxata bien fría con fartón de acompañamiento.
Realizamos numerosas fotos sobrepasando los limites de la batería de la cámara y al acabar caminamos por el cauce del río, un extenso paseo con gente en bicicleta y otras tantas atracciones.
Flipada por visualizar un metro por primera vez y las atónitas miradas de aquellos que lo frecuentaban: siempre hay una primera vez para todo ;).
Mislata es uno de los municipios que conocí, en principio no es de mi total agrado pero por la abundancia de fruterías a buen precio puede pasar.
Tiene como frontera con Valencia una calle al igual que Xiribella.
Mañanas de paseo por san Vicente mártir y largos recorridos por los alrededores de la plaça de espanya y la iglesia de san Agustín.
Degustación de la paella valenciana condicionada por una tarde de bochorno. Es así, cambio de temperatura en cuestión de horas.
En la calle de La Paz, lujosos edificios y tiendas digna de adinerados que pueden permitirselo.
Aproximación a la plaza de humillar toros al tomarse como referencia para calles concéntricas y para el mercado central, la plaza de la reina y el ayuntamiento por supuesto.
Estrés del personal en cada paso de cebra y un McDonald marcado por una lluvia que vino de sorpresa.
La jornada transcurrió con una difícil asimilación de los recorridos de metro mediante la línea 5 y el aprendizaje de recorrido de la línea 3 y 71 de guaguas.
El municipio de El Palmar y sus calles eran de los más bonito por no hablar de la paella de marisco que se degustó. Todo acabado con un relajante paseo en barca por la Albufera.
Mañana lluviosa por el barrio del Carmen y con la visita del museo del corpus, visualización de las Torres de Serrano y otros tantos lugares dignos de conocer.
Fuimos al centro comercial Gran Turia y visionamos una película con titulo blancanieves mientras cogía wifi de la cafetería más cercana.
Disfrutamos del paisaje de la playa de Malvarrosa y del viento que movía mi pelo despeinandolo.
Tras cojer la guagua 19 nos movimos rápidamente a la zona del oceanográfico y la ciudad del arte y las ciencias donde degustamos una ortxata bien fría con fartón de acompañamiento.
Realizamos numerosas fotos sobrepasando los limites de la batería de la cámara y al acabar caminamos por el cauce del río, un extenso paseo con gente en bicicleta y otras tantas atracciones.
sábado, 14 de abril de 2012
En el recuerdo.
Reacción de incredulidad y rotura de todos los esquemas, era imposible.
Gesto de impotencia a más de 2000 km de distancia y unas incansables ganas de cambiar el tiempo.
Porque a todos nos toca pero no de esa manera, sin más explicación que unas secas palabras pronunciadas con una voz de conformidad.
Era digno de aceptar pero yo no lo acepto. Nunca me lo creí hasta el regreso, mientras ciegas reflexiones a su senda marcan un adiós que jamás quise que el ultimo fuera.
Una lluvia nocturna indicaría lo que tras la oscura sombra de la muerte ésta se llevaría.
De hecho hay una dificultad añadida al más pesar de los dolores y es el de ver a los que más quieres llorar, pasarlo mal y uno conteniendose las lágrimas por no empeorar la situación.
Ver las consecuencias, el aroma de las flores, un pellizco en la
nariz y un nicho ya ocupado quizás me ayudó a descender a la dimensión real, a la siguiente vez creer lo que nunca llegué a creer.
Y ahora tras un iremediable vacío y un espasmo doloroso que no se quiere ir sigo yo sin creer en mi soledad. No puedo olvidar lo que la vida hace por recordarnos de que existimos y de que tal vez no estamos aquí para siempre.
Dices que soy fuerte, ya no.
Gesto de impotencia a más de 2000 km de distancia y unas incansables ganas de cambiar el tiempo.
Porque a todos nos toca pero no de esa manera, sin más explicación que unas secas palabras pronunciadas con una voz de conformidad.
Era digno de aceptar pero yo no lo acepto. Nunca me lo creí hasta el regreso, mientras ciegas reflexiones a su senda marcan un adiós que jamás quise que el ultimo fuera.
Una lluvia nocturna indicaría lo que tras la oscura sombra de la muerte ésta se llevaría.
De hecho hay una dificultad añadida al más pesar de los dolores y es el de ver a los que más quieres llorar, pasarlo mal y uno conteniendose las lágrimas por no empeorar la situación.
Ver las consecuencias, el aroma de las flores, un pellizco en la
nariz y un nicho ya ocupado quizás me ayudó a descender a la dimensión real, a la siguiente vez creer lo que nunca llegué a creer.
Y ahora tras un iremediable vacío y un espasmo doloroso que no se quiere ir sigo yo sin creer en mi soledad. No puedo olvidar lo que la vida hace por recordarnos de que existimos y de que tal vez no estamos aquí para siempre.
Dices que soy fuerte, ya no.
domingo, 8 de abril de 2012
Para ti
Cómo describirte sin divagar, explícamelo.
Cómo dejar de pensarte cuando más te necesito.
Y dices que no, que no me pareces lindo, que no me gustas, que no me encantas, que no te echo de menos, que no te quiero, que no eres bonito, que no eres especial, que no te necesito, que no pienso en ti, que no te deseo, que no te amo. Quizás lo niegas porque es mucho más que eso.
¿Aún lo dudas?
No comparto que digas que terceros te remplacen, solo si tú eres ese tercero, el cuarto, el quinto y el décimo.
Tú sabes lo que siento y padezco cada vez que por mi mente pasas, cada vez que hablo contigo y te veo.
Es una tortura verte y no tocarte. Verte y no besarte. Verte y no abrazarte.
Es una tortura no verte siempre que quiero, tenerte cerca pero a la vez tan lejos. Es una tortura.
Y en silencio te lo digo. Cada vez que te miro y no digo nada esto es lo que pienso. Tenerte esta noche, no quiero que acabe. Pedirte una sola vez más sería mentir, no me conformo.
Decirte que estas semanas para mí ha sido un pesar incurable, un no saber qué hacer. Añoro aquél sábado increiblemente perfecto. Te añoro.
Miento cuando digo que no te echo en falta. Miento cuando te miro y no te beso. Una jodida mentira imposible de ocultar.
¿ Qué desde cuando lo creo ? Pues desde que te conocí supe que eras especial, quizás lo ignore, no lo sé.
Pero hoy tengo la certeza de que lo que te digo es verdad.
viernes, 6 de abril de 2012
Reniegas de tu tierra.
A ti que ignoras la historia que marcó lo que es ahora tu pueblo, tu ciudad, tu nación.
A ti que aceptas un expolio directo de los recursos naturales que por territorialidad corresponden a tu tierra y estás dispuesto a anteponer un falso beneficio al medio que te vio nacer.
A ti que orgulloso sales a la calle con una camiseta del invasor y ensanchas el pecho diciendo que viva.
Que viva, pero lejos.
Rechazas la cultura, la literatura, los autores, el habla, la lucha, el interés y la vida de aquí.
Luego no pretendas darme lecciones de patriotismo cuando tú eres el primer traidor. No voy a dejar de luchar porque creas que tus ideales, brillando por su ausencia, estén en lo cierto.
Te metes conmigo y me ridiculizas ante sujetos que no pintan nada en la situación.
Somos más de los que crees y no nos vamos a rendir porque al fin y al cabo eres tú el que reniegas de tu tierra.
A ti que aceptas un expolio directo de los recursos naturales que por territorialidad corresponden a tu tierra y estás dispuesto a anteponer un falso beneficio al medio que te vio nacer.
A ti que orgulloso sales a la calle con una camiseta del invasor y ensanchas el pecho diciendo que viva.
Que viva, pero lejos.
Rechazas la cultura, la literatura, los autores, el habla, la lucha, el interés y la vida de aquí.
Luego no pretendas darme lecciones de patriotismo cuando tú eres el primer traidor. No voy a dejar de luchar porque creas que tus ideales, brillando por su ausencia, estén en lo cierto.
Te metes conmigo y me ridiculizas ante sujetos que no pintan nada en la situación.
Somos más de los que crees y no nos vamos a rendir porque al fin y al cabo eres tú el que reniegas de tu tierra.
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