Desde hace un tiempo, quizá unos meses vengo visualizando en las redes sociales, concretamente Facebook, cómo páginas de temática 'feminista' comparten, difunden y defienden una práctica peligrosa: el aborto casero con Misoprostol.
¿Y te preguntarás, qué es el misoprostol? Es un fármaco indicado en úlceras duodenales, tiene propiedades vasodilatadoras, especialmente uterinas. Por tanto, está contraindicado en el embarazo y se suele prescribir y administrar en casos de querer abortar en las primeras semanas de gestación. (1)
¿Por qué es peligroso usarlo por tu cuenta? Como todo fármaco tiene efectos adversos, interacciones con otros y contraindicaciones. El peligro radica en la AUTOMEDICACIÓN. El misoprostol debe ser tomado bajo seguimiento de un ginecólogo pues conlleva una serie de riesgos importantes como son el de hemorragia o sangrado anormal uterino, y en caso de ser utilizado para el fin mencionado, el riesgo de infección.
Cuando una mujer decide interrumpir voluntariamente su embarazo acude a su centro de salud, de ahí a su centro de planificación familiar más cercano y a continuación a una clínica especializada en abortos. Es el ginecólogo el que decide el modo, y dado que el aborto en España se permite dentro de las primeras 14 SEG, el misoprostol suele administrarse durante las primeras semanas. También puede practicarse un legrado, sobre todo cuando el vaciado del útero es incompleto.
Al hacerlo en casa te arriesgas a lo mencionado anteriormente. Por tanto, si decides interrumpir tu embarazo te aconsejo que acudas al centro de salud.
Y si...¿en tu país es ilegal el aborto? Quizá esta sea la mayor de las justificaciones. Pero vale la pena tener en cuenta el riesgo que corres al realizar este tipo de prácticas sin seguimiento de un profesional. No estoy en contra del aborto ni mucho menos, estoy en contra de que blogeras te ''enseñen'' a abortar en tu sofá. Pienso que cada persona es libre de querer llevar a término o interrumpir su embarazo. ¿Y si en vez de enseñarte a cómo meterte en la vagina una pastilla, te instruyen en el uso de los diferentes métodos anticonceptivos disponibles?
-Pero oye, que el método puede fallar... Claro que puede fallar, pero ¿cuál es el porcentaje de eficacia? la mayoría en torno a 98%. Las causas del fallo de método van ligado a un mal uso del mismo (como por ejemplo, que no sepas colocar/te un preservativo, además de que hay formas para comprobar si el preservativo se ha roto). Y digo preservativo porque es el único que protege de las ITS.
'Un estudio reciente en mujeres españolas que tuvieron un interrupción voluntaria del
embarazo, reportó que el 39,5% de éstos se produjeron utilizando el preservativo como
método de barrera y el 12% de estos embarazos no deseados resultaron de un fallo de los
métodos orales debido a un uso incorrecto' (2)
Y bueno, aunque sea una
encuesta de Bayer sobre anticoncepción, me parece interesante compartirla porque vienen datos que merecen tenerse sobre todo esto del fallo de método y el uso que se hace actualmente en España de anticonceptivos.
En definitiva, es más sencillo ahorrarse sustos con embarazos no deseados haciendo un correcto uso del método y dejarse de pamplinas abortando en casa.
Para más información sobre el misoprostol, recomiendo visitar la su correspondencia en
Vademecum (también lo aporto en la bibliografía)o en la
AEMPS.
Por otro lado, si quieres leer un poco más sobre anticonceptivos, visita la página del
Medline Plus lo explica bastante bien.
Y ya para finalizar, recordar una vez más que no hay que creer todo lo que se lee en internet y sobre todo cuando juegan con nuestra salud.
BIBLIOGRAFÍA:
(1)
Vademecum V. Misoprostol, ginecología [Internet]. Vademecum.es. 2016 [cited 19 February 2016]. Available from: http://www.vademecum.es/principios-activos-misoprostol-G02AD06
(2) Serrano I, Doval JL, Lete I, Arbat A, Coll C, Martinez-Salmean J, Bermejo R, Perez-Camos E,
Duenas JL. Contraceptive practices of women requesting induced abortion in Spain: A crosssectional
multicentre study. The European Journal of Contraception and Reproductive Health
Care 2012;17:205-11.