En
el primer informe realizado por la policía judicial se ha
dictaminado que dichos restos pertencen a un animal no humano. Otra
investigación realizada por el Doctor Echeverría a petición de la
familia materna de los niños donde, a contrario de un primer
análisis, se afirma la correspondencia de lo hallado con huesos
humanos. Hasta la fecha y en un último informe, por un famoso
antropólogo añade además que se trata de huesos pertenecientes a
al menos un niño de 6,22 años de edad. A falta del análisis de la
veracidad de estos tres estudios por un juez que dictamine la verdad,
son numerosos los medios que dan por hecho que los pequeños de seis
y dos años fueron quemados y que además dicha hoguera fue
manipulada de tal manera que como si de un horno se tratara, se
alcanzó hasta 800 grados centígrados.
El
padre de los niños continúa en prisión pero tras conocerse que
poco antes de la ausencia de los menores el mismo adquirió 140
litros de gasoil ya es innegable lo ocurrido y la culpabilidad de los
hechos mas, tras investigar las llamadas realizadas por José Bretón
desde su móvil, se ha encontrado la de una agencia de adopción
procedente de Estados Unidos.
Desde
mi punto de vista, el trato recibido desde los medios de información
de masas con este caso, es el amago de querer imponer la cadena
perpetua y la de muerte, para así quizá aplicarlo a muchos de los
presos políticos que ocupan las cárceles del estado español porque
dudo que a banqueros y especuladores o presidentes que han apoyado
guerras e invasiones imperialistas lleguen a sufrir tales condenas.
Por otra parte, la opinión pública se ceba con este dramático y
penoso caso que posee todas mis críticas y odio, pero no lo hacen de
igual manera con los niños palestinos asesinados cada día, con los
mercenarios que en Siria bombardean a inocentes, los muertos en
Libia, el radicalismo religioso, los yacentes en cada ''ayuda
humanitaria por la democracia''... No quiero quitarle importancia al
asunto de estos niños pero a cosas de este tipo no se le da la
relevancia que debería. ¿Tiene mayor importancia la vida de Ruth y
José que la de cada caso desconocido de muertes en el globo? ¿O
acaso no es atroz el hambre que millones de personas pasan en este
mundo? ¿O tal vez morir de un porrazo en la cabeza en un desahucio?
¿Y la muerte de Carlos Palomino y la de Íñigo Cabacas? ¿Y las
violaciones y/o explotación por parte de multinacionales? ¿Acaso no
es aterrador?.
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